La humanidad y el bien común en el siglo XXI

“Hoy vivimos en un mundo que se va haciendo cada vez más «pequeño»; por lo tanto, parece que debería ser más fácil estar cerca los unos de los otros. El desarrollo de los transportes y de las tecnologías de la comunicación nos acerca, conectándonos mejor, y la globalización nos hace interdependientes. Sin embargo, en la humanidad aún quedan divisiones, a veces muy marcadas”.

Papa Francisco

48ª JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES

El presente trabajo, es un análisis integrado entre los conceptos e ideas centrales del Capítulo “La Persona humana y el bien común en el siglo XXI. La tutela jurídica de Internet y las nuevas tecnologías desde el humanismo de Jacques Maritain»; y lo expresado por el actual Papa Francisco, en la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el 24 de enero de 2014, fiesta de San Francisco de Sales, en el Vaticano, donde afirma una profunda maduración de la conciencia de la Iglesia, sobre las cuestiones que se refieren a la comunicación en el tiempo de las redes digitales. Todo esto, contextualizado en la situación socio cultural actual.

La autora Rosa Angélica del Valle, define la Globalización retomando el concepto de Pedro Baquero Lazcano, quien la define como un «proceso contemporáneo por el cual, lo que acontece en cualquier lugar del planeta afecta a todos los lugares del mismo». La relación entre la globalización y las redes sociales, radica en que las personas y compañías, pueden expandir sus conocimientos, productos, bienes, servicios y mercados, ya que las redes sociales nos permiten llegar más allá, gracias al más grande invento de la humanidad, llamado Internet.

La Globalización puede ser concebida como un proceso que afecta diferentes tendencias económicas, políticas, sociales, culturales, de la comunicación e información. Decididas por aquellos que poseen mayor poder, no han provocado efectos uniformes en todo el mundo, sino que han priorizado e impuesto las reglas del mercado, lo cual contribuye a debilitar las democracias más vulnerables -como las latinoamericanas-. Esto generó procesos de inclusión y exclusión que afectan hoy en día a la igualdad social en todo el planeta. El Papa Juan Pablo II advirtió que la globalización «debe estar al servicio de la persona humana, de la solidaridad y del Bien Común”. No es fenómeno bueno o malo, las consecuencias de la misma, dependerán del accionar de la gente con ella.

Se pueden considerar cinco dimensiones de la globalización:

Económica: la globalización constituye una nueva fase de expansión del sistema capitalista. Hay una apertura de los sistemas económicos nacionales. Disminución o cese de políticas estatales reguladoras o proteccionistas. Aumento del comercio internacional, la expansión de los mercados financieros, la prioridad de la innovación tecnológica.

Tecnológica: la tecnología es “global” solo en algunas partes del mundo. Ya que la informática está al alcance de una parte de la población con un mínimo de poder adquisitivo para poder comprarse un móvil, una tablet o una computadora. Sorteado este “obstáculo” económico, todos los habitantes tienen entrada a este mundo global, ya que cualquier smartphone o tablet está diseñado para la admisión popular.

Científica: originalmente, Internet surgió como un proyecto científicamente accesible al “común de la gente”. Sin embargo, los primeros usuarios fueron personas con conocimientos y opiniones formadas como los universitarios y creadores del software, Torvalds y Stallman. Hoy, este “privilegio” entre los científicos sigue intacto ya que son éstos los que tienen más acceso a la tecnología y a la investigación científica.

Cultural: trae consigo el imperio de la sociedad del conocimiento. El hombre puede hacer más y mejores cosas, porque conoce y sabe más cómo hacerlas. Se producen cambios en el pensar y en las actitudes del ser humano. Emergencia de la multiculturalidad, homogeneidad cultural o cultura uniformizada. Asignación de mayor poder a los medios de comunicación social.

Social: la desestructuración, disgregación, marginación y exclusión sociales que afecta específicamente a las clases sociales que menos tienen y que son los que más necesitan crean una “global” inequidad. Finalmente la aparición de elevadas tasas de desempleo se pueden ver en todo el mundo.

La dimensión que nos compete es la tecnológica la cual nos permite en la universalizar el conocimiento y la cultura.

Internet tiene un papel decisivo en la sociedad, ya que opera como factor de inclusión de las personas humanas y sociedades que se encontraban excluidos, con lo cual se cobijan a una efectiva “igualdad real”. “Los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos. Comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos” expresó el Papa Francisco.

Internet es una revolución tecnológica de las comunicaciones. Tecnología, Información y Comunicación (TICs), conforman el trinomio de esta nueva era en expansión. Es utilizado como herramienta o medio que permite a las personas expresarse y mantenerse intercomunicadas a través de la red; en el cual se puede compartir información y conocimientos. Las distintas herramientas permiten colaboración y cooperación entre las incontables comunidades que conforman el mundo global. La comunicación puede ser directa y transparente, nos permite tener a todos a una distancia de un «click».

Por ejemplo, en la actualidad las diferentes redes sociales nos permiten mantenernos en contacto -en “directo”- con amigos y familiares que están lejos; pero también nos sirven como herramienta para adquirir nuevos conocimientos.

En Facebook -tercer “país” más poblado del mundo, con 400 millones de usuarios-, podemos formar parte de grupos de debate, charlas, compartir de noticias y hasta intercambiar información de temas específicos.

El Papa Francisco afirma: “Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios”.

En su dimensión  conceptual, según Internet Society, «es una red global de redes que posibilita a computadoras de todo tipo comunicarse» entre sí y compartir diferentes servicios en casi todo el mundo. En su dimensión normativa, Devoto considera en primer lugar,  a Internet como una red, lo cual acceder a ella es un interés nacional, establecido en el Decreto 554/97: Declárase de Interés Nacional el acceso de los habitantes de la República Argentina a la red mundial Internet.

Sus puntos principales, se resumen en:

Internet se transforma en un fenómeno digno de reflexión, precisamente por su configuración descentralizada, con arquitectura abierta, masividad de acceso y autorregulación normativa. Representa un claro paradigma de las mejores promesas de la sociedad global, esto es, la existencia de un soporte ubicuo, flexible, abierto y transparente para el intercambio y difusión de ideas, información, datos y cultura, sin cortapisas ni censura de ninguna especie.

Que esta red mundial no puede ser sospechada, de manera alguna, como un elemento de control social o de indebida injerencia en la intimidad de las personas o familias debido, fundamentalmente, a dos grandes factores constitutivos: a) su interactividad, y b) la libre elección de contenidos e información.

Que la libre elección de contenidos es condición propia de la democracia y que internet satisface plenamente este requisito, al proporcionar contenidos de gran diversidad, con idénticas oportunidades de acceso y competitivos entre sí.

Que tal progreso tecnológico permite hoy en día, procesar, almacenar, recuperar y transmitir información en cualquiera de sus formas, tanto oral, escrita como visual, independientemente de los tiempos, las distancias y el volumen, convirtiéndose en un recurso que modifica el modo de trabajar, enseñar, aprender y convivir.

Que el fomento del uso de Internet posibilitará que “su” información sea accesible de manera masiva a todos los habitantes del país, superando los factores existentes, en especial resguardando a aquellos usuarios que por sus ubicaciones geográficas tienen limitaciones para acceder a la misma.

En segundo lugar, comprendido como una garantía constitucional que ampara la libertad de expresión al servicio de Internet, expresado en el Decreto 1279/97. A su vez, la Ley Nacional N 26.032 en su artículo 1 dice: «la búsqueda, recepción y difusión de información e ideas de toda índole, a través del servicio de Internet, se considera comprendido dentro de la garantía constitucional que ampara la libertad de expresión».

Por otra parte, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el artículo 19, inc.2 establece que «Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones información e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras,  ya sea oralmente, por escrito, o en forma impresa o artística,  o por cualquier otro procedimiento de su elección”.

En este aspecto, consideramos que si bien toda persona es dueña de difundir cualquier información, esta debe ser siempre con cautela y cuidado para no dañar a sus pares. En actualidad, nos topamos a diario con casos en los que no se tiene en cuenta la dignidad del prójimo y se divulgan informaciones que afectan gravemente a los demás. Si bien en Internet, aún las reglas no están muy claras, debe estar en nuestra esencia cuidarnos y cuidar a los demás.

La autora plantea que las personas, al incorporarnos a la red y participar a través de ella mediante foros, chats, entre otros; los usuarios pasan a ser personas 2.0, más específicamente con existencia virtual. Las personas 2.0 son obras de los hombres; crean su propio «avatar», creando su identidad virtual como más les guste, muchas veces buscando parecerse a su imagen y semejanza física. La persona humana actúa, no con su propia identidad, sino con el uso de máscaras, actuando anónimamente.

Pero lamentablemente,  no todas las personas utilizan la red para el uso del bien común de todos,  sino que mal usan los recursos proporcionados de la red, para satisfacer sus necesidades individuales.

Facebook es la red social más popular de Internet con más de 900 millones de cuentas activas en todo el mundo. Según un informe de la organización Consumer Reports, más del 25 por ciento de los usuarios de Facebook registrados en Estados Unidos falsificaron su perfil para ocultar su verdadera identidad, lo cual genera una gran preocupación a nivel global sobre la seguridad de las personas.

La comunicación virtual ha reforzado el individualismo actual, sustituyendo en muchos casos a las relaciones cara a cara (incluso muchas parejas se dan a través de la red). Además, es una herramienta al alcance de todas las edades y la comunicación puede realizarse con una identidad falsa o suplantada, haciéndose necesarios mecanismos que protejan a los menores de los peligros de esta comunicación e información sin límites.

(Fuente: La Nación) En la ciudad de Mar del Plata, el miércoles 22 de abril del corriente año,  un hombre fue detenido por la Policía luego de violar a una adolescente de 14 años, que conoció a través de la red social Facebook. El acusado se hizo pasar por un joven de 25 años y mantuvo una relación con la víctima durante varias semanas.

http://www.lanacion.com.ar/1786569-engano-a-una-nena-de-14-anos-por-facebook-y-la-violo

Casos como este se ven cada vez más seguido en los Medios de Comunicación. Es lamentable, enterarse casos de muerte, desaparición, robos, sucedidos por las redes sociales. Todo queda tan expuesto, que se hace muy difícil poder tener cierto control sobre lo que se dice, se habla y ocurre en la Red.

Jean Baudrillard,  citado en el capítulo,  argumenta que «como consecuencia del avance digital, nuestra época, se caracteriza porque las tecnologías de comunicación tejen una nueva realidad,  una hiperrealidad, que cuyo eje central se construye mediante simulacros, imágenes que sólo toman su significado de otras imágenes y que,  por tanto,  no se basan en una realidad externa».

Hiperrealidad es un medio para describir la forma en que la conciencia define lo que es verdaderamente «real» en un mundo donde los medios de comunicación pueden modelar y filtrar de manera radical la manera en que percibimos un acontecimiento o experiencia. Es una interpretación de la realidad, creada por nosotros, que se considera como mejor y que llega a sustituir a la realidad en la que se basó.

El Estado es el encargado de reconocer el derecho a la intimidad de las personas,  como la libertad de expresión y delimitar las fronteras sobre el carácter público que tiene Internet en la sociedad.

Al referirse a Internet,  también estamos hablando de una inteligencia colectiva. La red brinda una gran variedad de plataformas donde las personas pueden interactuar entre sí,  como también compartir información. Como por ejemplo, Wikipedia,  es una plataforma que está basada en la información que ingresan, modifican y enriquecen los usuarios. De esta manera se conforman grandes enciclopedias y bibliotecas virtuales, donde uno puede buscar información de variados temas. Con estas plataformas se desarrollan aprendizajes colaborativos y cooperativos, estableciendo una «civilización en red». En esta civilización en red, las personas humanas crecen y se desarrollan en ámbitos personales, sociales, estatales, científicos, educativos, culturales; abriendo y generando nuevos espacios de debate «sin fronteras virtuales».

Cabe destacar que Internet,  la red de redes, fue creada, programada y desarrollada, como resultado de un arduo trabajo de la mente y la creatividad del hombre hace mas de 30 años.

Por otro lado, hizo posible una nueva forma de negociación uniendo cualquier parte del planeta, en tiempo real, por medio de las comunicaciones,  como el e-mail, chatear,  entre otros.

El uso constante e ininterrumpido de tecnologías como el teléfono móvil, el iPod o el ordenador con sus correspondiente conexiones a Internet, ha dado lugar a que cada vez seamos más independentistas en nuestras relaciones. Nos aislamos y nos encerramos en una “burbuja” llena de instrumentos con los que sí nos relacionamos, dejando a un lado la parte humana de las relaciones.

Internet no solo ha repercutido en las relaciones sociales, sino que lo ha hecho en todos los ámbitos de nuestra vida, haciendo indispensable la separación de nosotros con este gran invento, llevándonos así a ser muy dependientes de la tecnología, por lo que a veces somos más “flojos” en realizar actividades, puesto que todo lo encontramos muy instantáneo, sin necesidad de hacer ningún tipo de esfuerzo.

La Conferencia Episcopal Española afirma que «la nueva cultura tecnológica, a la que no se puede renunciar como toda novedad social, presenta riesgos y oportunidades».

Entre los riesgos de internet y de las redes sociales sobresale el aislamiento de las personas, el individualismo, el ofuscamiento en el mundo digital y «el consiguiente desprecio del mundo real, con el olvido de la caridad».
Al hilo del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, los obispos advierten que «en el ámbito familiar se están viviendo algunos desfases ente los hijos, nativos digitales, expertos conocedores de las nuevas tecnologías, y los padres, inmigrantes digitales que viven en un continuo esfuerzo de adaptación». Pero esta nueva cultura también genera nuevas oportunidades: «La difusión masiva del conocimiento permite el acercamiento a la verdad que está en la base de la libertad». Así, sociedades con dificultades para el acceso a la cultura universal tienen ahora al alcance de sus pantallas los conocimientos que la humanidad ha ido atesorando a lo largo de los siglos. Las dinámicas de pensamiento encuentran ahora nuevos cauces de difusión que permiten consolidar opiniones más formadas e intercambios de pareceres con movimientos sociales de participación.

El Papa subraya que la comunicación debe estar al servicio de la cultura y la dignidad de las personas, de forma que los medios de comunicación informen correctamente para posibilitar el diálogo y la «cultura del encuentro». Pero la rapidez con que se transmiten las informaciones supera nuestra capacidad de reflexión y de juicio, y el exceso de conexión digital nos puede aislar.

Como conclusión podemos decir nosotras formamos parte del “reparto” de esta película llamada “globalización tecnológica», no por ser jóvenes de 20, 21 y 24 años, sino porque somos periodistas y comunicadoras del mundo entero.  Lo que escribimos en nuestro facebook puede llegar a repercutir en nuestra ciudad y generar cierto impacto en algún otro rincón del mundo. Esta capacidad que nos brinda el ser referentes globales, debemos cuidarla, valorarla y utilizarla con responsabilidad y compromiso. Según un reporte de Tendencias Web 2012, el 68% de la población argentina tiene acceso a la Red, por delante de Brasil y México, y en América sólo la supera Estados Unidos con el 78%. Aunque lo tengamos naturalizado, nosotras somos parte de este porcentaje de personas quienes tenemos un privilegio altísimo partiendo de la base de saber leer y escribir, poseer un medio poder adquisitivo para tener acceso a la tecnología y conocer el enorme mundo de la web.

Victoria Agulla – Sofia Fiandrino – Mariana Sorbera

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